30 de agosto de 2011

Momento filosófico

Tarde o temprano siempre llega un momento filosófico, el mio no tardó...

Todavía no comprendo nada, pero ya me he dado por vencido intentando comprender tantas cosas... es mejor dejarlas pasar, algo al estilo hippie todo fluye hermano...

Uno de esos días raros en los que para variar tienes esa sensación... no te apetece hacer nada, pero aun así te hace cierta ilusión y para ahorrarte el "qué dirán" pues simplemente ocupas tu asiento y arreando. Un día de esos en los que misteriosamente predices el comportamiento de los demás, viendo venir ciertas cosas de lejos.

Por supuesto, ante todo cargas el móvil sabiendo que hay una probabilidad del 90% de usar el GPS, aunque sea simplemente por el gusto de decir se donde estoy, aunque en el fondo nunca sepas donde vas, quedó demostrado que los POIs en muchas ocasiones dejan muuuucho que desear. También y ya que estás, aprovechas para meter alguna canción mas, que siempre viene bien tener algo para momentos lejos de Internet, y/o aburrimiento.

Aun así, y por muy lejos que vayas, aunque viajes por carreteras del año que se inventó el asfalto y no se haya arreglado desde entonces, nunca te libras siempre llevas algo de lo que intentas huir, en la cabeza o donde menos te lo esperas...

Misteriosamente llegas, hay que ver lo escondidos que están ciertos edificios, y ante la aparente soledad pues te terminas quedando solo en la habitación bajo la atenta mirada de la cámara. Finalmente te sientas
en el típico banco de diseño pero de plástico cutre (todo hay que decirlo) y tras examinar la habitación como un detective, efectivamente no hay nada que hacer, nada que leer, nada interesante.

Finalmente entra mas gente, ¿y que haces? pues manos a los bolsillos donde está el preciado móvil... pero queda feo, están delante de ti , que a todo esto podían haber dicho algo enfin... rebuscas mas. Y ahí está...

Creías haberlo dejado todo atrás, haber elegido las canciones correctas para una tarde, haberte desecho por un rato de ese hormigueo continuo que te ronda por la cabeza... pero no, estaba ahí, contigo, en cierto momento decidiste que te acompañase...

¿Que hace aquí? ¿por qué estoy así? Simplemente le das vueltas, juegas con el. Pero no hay respuestas, simplemente está ahí recordándote todo lo demás. Mejor salir a tomar el aire.

El panorama no es mejor, a la izquierda tienes otro recuerdo, y a la derecha ni solo se puede intuir otro edificio camuflado, aun así todo pasa pronto, es rápido...

Antes de volver, mientras esperas, solo puedes otear el horizonte con cuidado que hay obras.... sabiendo lo que hay allí y recordando otros tiempos, ¿mas felices? quizá simplemente mas faciles... toque para ti y de nuevo vuelve esa sensación de nuevo encajando las piezas del puzzle. Con el tiempo ciertas respuestas llegan, como un cuenta gotas, como un pequeño resumen en el que todo cobra sentido quizá con ciertos huecos fáciles de llenar, pero solo refuerzan mi teoria, mi sensación...